El libro inédito de Guillermo Cabrera Infante que su viuda da a conocer tras la muerte del autor.
Muestra a las claras todas las facetas del estilo de Cabrera Infante: los juegos de palabras que tanto fascinaban a ese infatigable explorador del lenguaje, sus referencias cinematográficas y literarias, el gusto por las expresiones del habla popular y ese personalísimo y exquisito sentido del humor que puebla cada una de sus páginas.
La ninfa inconstante narra la aventura sentimental de un crítico de cine y una adolescente, recorriendo La Habana. Ella huye de su casa, él de su matrimonio. Ella, Estela, es una casi niña, huraña, arisca y de rara belleza. Obstinada, con una ferocidad erótica y un desapego sentimental suicida, que, unidos a un notable analfabetismo, contrastan con la pasión un poco incomprensible de él y, desde luego, con su lenguaje, cultísimo, lleno de referencias, de latines y de ingleses.
La historia nos traslada a...
...La Habana: Es la ciudad capital de la República de Cuba, su ciudad más grande, principal puerto y centro económico-cultural. Desde el triunfo de la Revolución en 1959 se hicieron grandes transformaciones sociales, principalmente en lo afecta a la educación, la sanidad pública, los servicios, disminuyó drásticamente la construcción de viviendas sociales y edificios oficiales.
Frases que recordar
"Así es el amor. Ciego como Bach, sordo como Beethoven, muengo como Van Gogh."
"Hay preguntas que suenan a boleros. Lo que no es grave. Lo grave es cuando también las respuestas suenan a boleros."
"La vida, rica, no es más que una trama de coincidencias."
"Su familia vive en la avenida a menos. Tenían dinero pero ya no lo tienen."
"Siempre he admirado en Cary Grant no su estatura sino su habilidad para encontrar un taxi vacío y cogerlo."
"Destino es cuando una fuerza irresistible tropieza con el objeto inmóvil que tú eres."
Si te gustó este libro, te gustará
Memoria de mis putas tristes. (Gabriel García Márquez)
La primera novela de Gabriel García Márquez en diez años. "El año de mis noventa años quise regalarme una noche de amor loco con una adolescente virgen. Me acordé de Rosa Cabarcas, la dueña de una casa clandestina que solía avisar a sus buenos clientes cuando tenía una novedad disponible (...)"
El hombre que amaba a los perros. (Leonardo Padura)
En 2004, a la muerte de su mujer, Iván vuelve los ojos hacia un episodio de su vida, ocurrido en 1977, cuando conoció a un enigmático hombre que paseaba por la playa en compañía de dos hermosos galgos rusos.
Otros libros de Guillermo Cabrera Infante
Dentro de su extensa obra, podemos encontrar:
-Tres tristes tigres. (1967)
-La Habana para un infante difunto. (1979)
-Mea Cuba. (1992)
-Mi música extremada. (1996)
-Cine o sardina. (1997)
-El libro de las ciudades. (1999)
-Cuerpos divinos. (2010)
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