Sumergida en libros: El Cuaderno de Maya

El Cuaderno de Maya - Isabel Allende

Esta maravillosa novela nos cuenta la historia de Maya Vidal, de diecinueve años, sexo femenino, soltera, sin un enamorado, por falta de oportunidades y no por quisquillosa, nacida en Berkeley, California, pasaporte estadounidense, temporalmente refugiada en una isla al sur del mundo. Según ella misma explica, le pusieron Maya porque a su "Nini" le atrae la India y a sus padres no se les ocurrió otro nombre, aunque tuvieron nueve meses para pensarlo. En hindi, maya significa "hechizo, ilusión, sueño". Nada que ver con su carácter. Atila le calzaría mejor, porque donde pone el pie no sale más pasto.

Según palabras de la propia autora, "Esta Maya me ha hecho sufrir más que ningún otro de mi peronajes. En algunas escenas le habría dado unas cachetadas para hacerla entrar en razón, y en otras la habría envuelto en un apretado abrazo para protegerla del mundo y de su propio corazón atolondrado."

La historia nos traslada a...

...Chiloé: El archipiélago de Chiloé está localizado en el sur de Chile. Sus habitantes se denominan chilotes, y descienden principalmente de la mezcla entre aborígenes y colonizadores españoles, con aportes posteriores de chilenos y unos pocos extranjeros. Destacan las características de sus construcciones, un estilo arquitectónico que usa tejuelas, balcones y miradores, así como palafitos que son viviendas sobre pilares de madera en el agua. En los sectores rurales las faenas agrícolas se hacen de forma comunitaria, a través de un sistema llamado minga, en el que quienes necesitan ayuda piden a sus vecinos a cambio de que se les retribuya del mismo modo cuando ellos lo requieran.

Frases que recordar:

"Prométeme que siempre te vas a querer a ti misma como te quiero yo, Maya".

"El corazón se quiebra como un vaso, a veces con una partidura silenciosa y otras estallando en añicos".

"La felicidad es jabonosa, se escurre entre los dedos, pero a los problemas uno puede aferrarse, tienen asidero, son ásperos, duros".

"La adicción es una bestia astuta y paciente, de infinitos recursos y siempre al acecho, cuyo argumento más poderoso es que uno no es realmente adicto".

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-Eitana, la esclava judía. (Javier Arias Artacho)

Eitana siempre creyó que su vida ya había sido tallada antes de nacer. Se había asomado al mundo con los ojos bien abiertos, oscuros, obstinados y firmes, sin apenas llanto, por ello su abuela pronto comprendió cual sería el carácter de aquella niña y, con admiración, de sus labios se rasgó Eitana, con fuerza y valor. Tal vez, de no haber sido así, entonces no hubiese corrido como un león hacia su destino y, quizás, simplemente se hubiese quedado agazapada en la azotea de su casa ajena a la crucifixión de su padre. Pero no lo hizo. Y así comenzó su esclavitud con apenas trece años.

-La gardenia blanca de Shanghai. (Belinda Alexandra)

En la pequeña ciudad china de Harbin, Anya Kozlova, una niña de trece años, vive rodeada del amor de sus padres, unos inmigrantes rusos que huyeron de su país tras la revolución bolchevique. Sin embargo, pocos meses antes del final de la segunda guerra mundial, su padre fallece en un trágico accidente y su madre, Alina, es deportada por las autoridades chinas a un campo de trabajo en Siberia. Sola, desesperada y sin ningún otro familiar al que recurrir, Anya se verá obligada a emigrar primero a Shanghai, donde trabajará en la sala de fiestas más famosa del momento, para luego marcharse a la isla filipina de Tubabao, donde se encontrará con otros refugiados rusos y, desde allí, preparar su posterior partida a la Australia de los años cincuenta, un país aun virgen y salvaje donde, tras muchos esfuerzos, logrará el éxito y reconocimiento personal.